Dicen que los árboles son guardianes de conocimientos ancestrales, nuestros antepasados los veneraban y honraban la tradición, enraizada desde tiempos inmemoriales, de acercar su presencia al centro de la vida de los hombres y mujeres de estas tierras. Esta fuente de vida llamada árbol es capaz de transmutar las energías (cósmicas y telúricas) que recibe para a continuación manar vida en todas sus expresiones.
Los baños de bosque pueden desvelar esta capacidad de transformación que tiene el árbol pero además pueden hacer que experimentemos en nosotr@s mism@s un cambio, una transmutación, una alquimia que nos lleve a la homeostasis.