
Los baños de bosque para la salud promocionan y refuerzan no sólo los aspectos que contempla la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) si no otros que veremos a continuación…
Según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S), la definición de salud es:
La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Se podría añadir con toda certeza y sin temor a equivocarnos que para completar esta definición es necesaria la inclusión del medioambiente como escenario donde se desarrolla con plenitud la vida del individuo. Así lo reconocen modelos como “One Health” y “Eco Health”, en los que se contempla el mundo natural como un todo que incluye al ser humano. Esto quiere decir que nos encontramos tan integrados en él que si lo dañamos, como así está ocurriendo, nos autolesionamos nosotr@s mism@s (Forestry Therapy Institute- F.T.I.). Los baños de bosque para la salud se ajustan perfectamente con estos modelos de visión holística.
Esta integración del ser humano con su medio natural, con su bosque, es una cuestión inherente e insoslayable a nuestra vida dado que no se puede obviar la interdependencia bajo la cual conseguimos avanzar y desarrollarnos como personas, desde el aporte nutricional de los alimentos que nos proporciona al propio aire que respiramos, es tan esencial su papel, que sin su existencia no sería posible la nuestra propia.
Con todo, nuestro sistema sanitario está sometido a una fuerte presión en respuesta a la incidencia que ostentan las enfermedades crónicas asociadas a estilos de vida sedentarios (F.T.I.). Esto, unido a la mayor esperanza de vida que disfrutamos en nuestra sociedad, traducida en una estructura demográfica regresiva, no hace más que agravar la presión sobre dicho sistema. En estos días en los que nos está azotando una epidemia provocada por un virus (COVID 19), podemos observar con desazón la situación por la que atraviesa nuestro sistema de salud, aún considerado por much@s como uno de los mejores a nivel mundial.
Los baños de bosque pueden contribuir a descongestionar el uso y el abuso del sistema sanitario puesto que potencia y/o prioriza, aunque sea de un modo laxo o flexible, el movimiento frente al sedentarismo, introduciendo además el factor ambiental, en el que la naturaleza es parte primordial, cómo factor terapéutico diferencial en aras a cuidar nuestra preciada salud.

Así, los baños de bosque pueden ayudar a mantener nuestra salud y bienestar desde varios niveles, que aglutinan todos los aspectos que inciden en la vitalidad y/o vigor de una persona (salud holística):
Físico: “reduce la presión sanguínea y el estrés, potencia el sistema inmunitario, mejora los niveles de azúcar en sangre en la diabetes, mejora el sueño, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares (paro cardíaco e infarto), aumenta las células NK (Natural Killer)”-F.T.I.-.
Mental: “reduce la ansiedad, mejora el humor, potencia el bienestar general, reduce la depresión, aumenta la concentración y las funciones cognitivas, reduce los síntomas del trastorno del déficit de atención”- F.T.I.-.
Social: “El contacto entre las personas en un medio natural puede fortalecer las relaciones y los lazos comunitarios, reducir el aislamiento social, ayudar a la integración social y potenciar la autoconfianza. La soledad tiene el mismo impacto en la salud que fumar 15 cigarrillos al día”-F.T.I.-.
Espiritual: “El asombro y la admiración contribuyen a la comprensión de un sentido y propósito en la vida. Aquell@s que pasan tiempo en la naturaleza, en una actitud contemplativa y pensativa, obtienen una mejor perspectiva interior sobre el sentido y propósito de sus vidas” -F.T.I.-.
Ecológico: “Fortalecer las relaciones entre las personas y el mundo natural, aporta beneficios para ambos, a través de comportamientos en favor del medio ambiente” –F.T.I.-.